El Consejo de Estado allanará el camino al sucesor

El organismo podría ayudar a reducir las pugnas por el poder en el PSUV. Confiabilidad, ascendencia militar, relación con Cuba, popularidad entre los militantes y solidez ideológica serán factores determinantes que consideraría el Presidente si llegara la hora de delegar su capital político.

Foto composición

Por Maru Morales P.  | @morapin
Publicado en El Nacional impreso el 6 de mayo de 2012

Caracas. Sucesión y transición son las dos palabras vetadas en el PSUV desde junio de 2011 ­cuando se le detectó el cáncer al presidente Hugo Chávez­ que, sin embargo, cada día que pasa resuenan no sólo en los análisis de la oposición, sino también, Wilmar Castro Soteldo dixit, en las reuniones del partido de gobierno. La revisión de los escenarios planteados por el gobernador pesuvista (sin Chávez, con Chávez y suspensión de elecciones) ocupan a tirios y troyanos.

Los analistas políticos Vladimir Villegas, Gabriel Reyes y José Vicente Carrasquero coinciden en que, dada la personalidad y ejercicio del poder por parte de Chávez en los últimos 13 años, los factores determinantes por considerar si le llegara la hora de delegar su capital político son confianza en la persona, ascendencia militar o participación en el 4-F, aprobación por parte de los Castro, popularidad entre los militantes del partido y solidez ideológica. Pero difieren en cuanto a la procedencia de los nombres.

Mientras Villegas cree que Chávez sólo apelaría a un militar en caso extremo, Carrasquero destacó que la acumulación de poder que el Presidente ha puesto en los últimos meses en uno de sus compañeros del golpe del 4-F lo perfilan como uno de los favoritos.

Momento complejo

Pese a la negativa del Gobierno de ofrecer un parte médico que informe a la opinión pública sobre el pronóstico de recuperación de la salud del jefe del Estado, sus cada vez más prolongadas ausencias del país, la disminución en tiempo y en recurrencia de sus apariciones públicas y el obvio deterioro físico evidencian que la fortaleza del Presidente ha mermado.

Más aún, la reciente decisión de ordenar la creación de un organismo asesor del nivel del Consejo de Estado permite concluir que Chávez entiende la complejidad del momento.

No convocó al Consejo en 2000 como lo ordena la carta magna, ni en 2002 año del golpe, ni en el agitado bienio 2003-2004, sino en la antesala de un proceso electoral definido por él mismo como vital para la revolución, marcado además por el signo de su enfermedad.

Por otra parte, dado el carácter personalista con que Chávez ha conducido al PSUV, no existen decenas de liderazgos naturales en el partido que puedan ser considerados como continuadores de la promesa chavista.

Por el contrario, apenas un puñado de nombres salta a la vista, no tanto por su trayectoria como líderes políticos, sino por su relación personal con el Presidente.

En fila por la sucesión

Adán Chávez
Gobernador de Barinas, exministro de educación
Físico y docente; hermano del presidente

Mientras el Hugo se formaba como oficial, Adán militaba activamente en las filas de la izquierda. Años más tarde el mayor de los Chávez apoyó a su hermano cuando se postuló a la presidencia. Lo ha acompañado en el proceso de formación del MBR-200, del MVR y del PSUV. Si habláramos términos monárquicos, diríamos que heredó la gobernación llanera, más por su sangre que por sus simpatías políticas.

“Es un personaje gris en la política. No tiene liderazgo ni en Barinas”, indicó Villegas. “Aunque no tiene popularidad en el PSUV, tiene la mayor ascendencia en Cuba y es del círculo íntimo del Presidente”, indicó Carrasquero.

Reyes lo define como el sucesor consanguíneo: “Es el ductor político del Presidente y gestor de muchas relaciones entre elementos del Gobierno aunque no cuenta con el apoyo en el oficialismo, ni goza de simpatía del otro lado del río”.

Diosdado Cabello
Presidente del parlamento y vicepresidente del PSUV
Exministro, exvicepresidente, exgobernador; participó el 4F; teniente (Ej)

La simpatía de la militancia no es su fuerte: fue el menos votado en las primarias internas para elegir a la directiva. “El PSUV se divide entre quienes lo odian y quienes le temen”, indicó Villegas.

Sin embargo, Carrasquero lo consideró la ficha más importante a la hora de elegir al sucesor. “Es del grupo originario del 4F. El Presidente confía en él, por eso ha venido asumiendo cada vez más responsabilidades. Aunque no tiene mayor relación con Cuba, podría ser aceptado por los Castro si Chávez le da su confianza”, dijo.

Reyes lo definió como el sucesor de poder: “No cuenta con el visto bueno de Cuba pero posee innegable ascendencia militar, poder político como cabeza del Legislativo y es mentor de un grupo importante de diputados, ministros y funcionarios subalternos”.

Elías Jaua
Vicepresidente ejecutivo, presidente del Consejo de Estado
Candidato a gobernador, exministro; sociólogo. 

Pese a ser el sucesor legal, como lo describe Reyes, por ocupar el cargo que constitucionalmente tiene la función de sustituir al Presidente, Carrasquero considera que sus vínculos con Chávez no son tan fuertes. “No es familia de Chávez ni lo acompañó en las conspiraciones del 4F. Además, es una figura sin brillo propio”, dijo. Villegas coincidió: “Jaua carece de carisma y fuerza dentro del mismo PSUV”.

Aunque pertenece al grupo de los radicales ideológicos, su relación con los Castro parece poco profunda y su ascendencia militar es casi nula.

Reyes recordó que si se activara el artículo 233 de la Constitución, Jaua sería el Presidente desde que Chávez admitiera su separación del cargo hasta enero de 2013 cuando asumiría el vencedor del proceso electoral convocado para el 7-O. 

José Vicente Rangel 
Exministro de la defensa, ex vicepresidente, excanciller
Integrante del Consejo de Estado; abogado y periodista

“La mano que mece la cuna” dijo Reyes para describirlo. Aunque salió del gobierno en 2007, sus nexos personales con el Presidente están intactos.

Fue el primer civil que dirigió el ministerio de Defensa, cargo que ocupaba en abril de 2002 y cuyo desempeño lo catapultó a la vicepresidencia ese mismo año. Ambos roles le ganaron ascendencia en el mundo militar, fuente que ya conocía de sus tiempos de ejercicio periodístico.

Aunque Rangel cumple con los requisitos de lealtad, solidez ideológica y respeto entre todos los sectores del PSUV, la edad (83) no lo favorecería a la hora de buscar un sucesor.

Los analistas lo proyectan más como artífice de un eventual proceso de transición desde el Consejo de Estado. “Es un zorro viejo con vasos comunicantes con la oposición y grupos económicos de la cuarta república”, recordó Villegas.

Las hijas
No han ocupado cargos públicos ni partidistas
Una es periodista y la otra está casada con el ministro Jorge Arreaza

María Gabriela y Rosa Virginia Chávez, no tienen ascendente político ni militar aunque gozan de la absoluta confianza del jefe de Estado. Ambas mantienen una estrecha relación con los hermanos Castro. 

A María Gabriela desde 2006 se le ve al lado de su padre en actos de Gobierno, mientras Rosa Virginia ha sido la compañera inseparable durante la enfermedad. A la primera la comparan con Keiko Fuijimori heredera política del dictador peruano Alberto Fujimori y con Zuleimita Menem, hija del expresidente argentino Carlos Menem. 

Hugo Chávez ha dicho que le gustaría entregar el poder a una mujer. “Deseos no empreñan”, respondió Villegas. Pese a ello, Carrasquero no la descartó. Cree que si alguna llegara a ser escogida como sucesora, sería aceptada por civiles y militares “por respeto al Presidente”. Eduardo Semptei dijo en un programa de televisión que quienes gobiernan con Chávez son Rosa Virginia y el esposo,  Jorge Arreaza.

Nicolás Maduro
Canciller, vicepresidente del gabinete político
Expresidente de la AN, exconstituyente; exdirigente sindical

“El sucesor de Cuba” en palabras de Reyes, cuenta con juventud y energía. Desde que llegó a la cancillería en 2006 ha logrado construirse un nombre en la diplomacia, fortaleciendo su imagen política.

Tiene simpatía en los sectores populares por su procedencia sindical y ha consolidado una cercana relación con los Castro, pero no tiene incidencia militar. Se ha mantenido al lado del Presidente desde que se supo de la enfermedad. 

“Por su juventud y perfil sería la mejor contrafigura a la candidatura de Capriles. El hecho de que no sea militar no es tan importante en un escenario electoral porque Chávez sabe que los militares no han sido tan potables para el elector venezolano”, dijo Villegas.

Carrasquero difiere: “Maduro tiene ascendencia en Cuba pero no es de los originarios del 4F, no sé si Chávez le confiaría el testigo”, apuntó.

Doble propósito

Aunque todavía no ha sido nombrada la totalidad de los integrantes, a primera vista el Consejo de Estado tiene el corte de un organismo civilista que reúne a figuras con experiencia política, con vínculos en el gobierno y en la oposición.

Esas características hacen coincidir a analistas políticos como José Vicente Carrasquero, Gabriel Reyes y Vladimir Villegas en la idea de que será una instancia de transición. De los cinco miembros designados por Chávez, tres guardan claras relaciones con la clase política y económica del período comprendido entre 1958 y 1998: el ex vicepresidente José Vicente Rangel, el ex defensor del pueblo Germán Mundaraín, y el diplomático de carrera Roy Chaderton.

El intelectual Luis Britto García y el almirante Carlos Giacopini le darían al Consejo de Estado el necesario equilibrio humanista y la ascendencia militar, dijo Reyes. Los otros tres integrantes provendrán uno de la Asamblea, uno del TSJ y otro en representación de los gobernadores.

Villegas señaló que el Consejo tendría una doble función: evitar que las pugnas por el poder en el PSUV implosionen el partido y tender puentes con la oposición para garantizar la gobernabilidad, sea cual sea el escenario que se presente este año.

Carrasquero acotó que Rangel actuaría como el engranaje capaz de impedir que elementos oficialistas se salgan del redil y convocar a dirigentes de oposición para lograr acuerdos políticos en la Asamblea ante una eventual transición. En opinión de Reyes, la convocatoria del Consejo podría ser positiva si sus recomendaciones se apegan a la Constitución, favorecen el cumplimiento del cronograma electoral y garantizan el respeto de los resultados de los comicios.


Foto principal composición

Nota: El texto precedente fue publicado en el diario El Nacional impreso el 6 de mayo de 2012 (Página Nación 3)



Comentarios